Pensar 365 días en vos, pensar que te amo, que te odio, que sos incontrolablemente fastidioso, que sos mas hermoso que un cielo oscuro claro y despejado que se pueda admirar cada una de las estrellas, pensar que cada nota que sale de tus manos son como las sinfonías de Bethoven para mi alma, que aveces eras alguna de esas cadenas que debería romper y me alegro saber que estas cadenas me dan la mayor libertad, pensar que es raro que me enamore de un introvertido y aunque tengamos miles de diferencias, esas cosas que yo no elegiría son aquellas cosas que te hacen un ser hermoso como persona. 365 pinturas de Frida Kahlo y Van Gogh juntos. Así creo que es mi vida junto a vos, pintada con oleo sobre lienzo, como un arte popular, y aunque André Breton diga que es surrealista yo voy a seguir insistiendo que es nuestra propia vida.
Vida, escuche que la felicidad llega antes que el amor, para luego ser compartida, y nunca fue así para mi, solía ser al revés. Vida, la felicidad llego y luego llegaste vos y tuve con quien compartir esa felicidad, tuve quien la fortalezca y haga feliz a la propia felicidad. Somos fuertes el uno con el otro, nos animamos mutuamente y somos la razón porque seguimos los caminos planificado que tenemos. Caminos inciertos pero que no dan miedo porque sabes que en algún constado te acompaña un joven con soldaditos de plomo.
Y si alguna vez me piden contar una historia para dormir, contare como una guerrera con miedo de ver el amor conoció a un pequeño mago que usaba su cabeza y sus manos para hacer maravillas con el mundo y ponerle un toque de música de fondo, aquel mago que no necesito utilizar sus poderes para capturar a la guerrera, y que tras una batalla que compartirían juntos, el amor y la primavera surgirían a la par.
Y si alguna vez me piden contar una historia para dormir, empezare por aquellas risas incontrolables y por aquellas esquinas que llevan todo el romanticismo de Nicholas Sparks.
Y si alguna vez me piden contar una historia para dormir, empezare por las derrotas de una lucha, para terminar con un final feliz y un "habia una vez..."
Y si alguna vez me piden contar una historia para dormir, contare las historias que guarda aquella habitación. Contare todos aquellos libros y sueños.
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